sábado, 22 de diciembre de 2007

1. De Clepsidras y Antivirus

Serie de poemas: lugar donde se entrelazan la antiguedad y el presente de internet.

I
¿Alguien sabe cuánto tiempo
transcurre entre su ausencia y la mía
en ese lugar donde parpadeamos juntos?
Tal vez el paso de unas agujas inclementes
nos digan de frías y segundogénitas fracciones
Pero no será ése el tiempo
al que refiero.
Será el otro, al que a Daniel
ilusiona y él
justiprecia con el agua.



II
Tal vez Sanz ha encontrado
de entre sus cosas eternas
la clepsidra que usaban los antiguos,
atisbado que el amor
sólo se mide por gotas.
Diluído, fluidez inabarcable.
Oráculos, palabras inconexas,
en decires sibilinos
dictados por la sangre,
que abaten esfinges, de noes caídos,
lógicas, subordinadas,
de agujas ateridas.




III
Tal vez
en poco de agua
que cae
que se desliza
haya Daniel Sanz,
envuelto en su transcurso.

Tal vez
Irremediable
Feliz
Y cristalino

Hasta que el golpe fatal
contra la tierra
le diga
que el cielo ha terminado.
Para que una y otra vez
se evapore de
sí mismo
cual ángel, que inverso en el
sentido, entrelazado,
ascienda y busque
la gota.
Igual que en el origen.

Eterno triple ciclo
El agua de la vida.




IV
¿Cómo has dado vos, Daniel,
en el desván indestructible
con aquello
que los remotos griegos
medían el quehacer
que sólo en
semejanza del amor,
y por su ausencia, nace?




V
El Tiempo,
entre ausencia y ausencia,
es cosa de poetas.
Que sólo
el lejano, heleno,
reloj de agua sutil,
traído
a estos días, con sus
Luces, las primeras,
podrá medir
el extraviado amor
en cielo nimio.




VI
He sabido de un poeta reencarnado
atribulado de tanto digital
de tanto chip
de tanto gps
de tanto tic
de tanto tac.

Un poeta restituido
en este siglo veinte,
al que le suman uno.
con la memoria intacta
que antiguos le legaron.

Lo he visto ensimismado
construyendo una clepsidra
echando agua de palabras,
de sinónimos de amores,
esas infinitas redes…




VII
Rombos entrelazados
como si fueran
gotas unidas
por fuerza de la magia.

Veloces y brillantes
cuando el sol torna
a chispearlos con el
rayo: feliz palabra.




VIII
Daniel cliquea cada minuto
las gotas que en sus redes viajan
por los mares, y por el aire,
uniendo las palabras que aquel
día en Babel se han extraviado.

Más allá de virus y antivirus.
Más allá de hackers maliciosos.
Atraviesa los mares de Odiseo y
luchando pixels contra mausers
mesura en el decir de su equilibrio.

Mientras tanto el poeta, que en él aguarda,
reconstruye la gran clepsidra giga
-Poema líquido-, por vates antiguos
susurrado.





1 comentario:

Humberto G.S. dijo...
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